Kaki: un antes y un después

 
La mayoría de las personas que prueban el Persimmon Kaki por primera vez, sienten que esa experiencia frutal marcará un antes y un después en todo lo relacionado al universo de los alimentos que la naturaleza nos regala. Desde hace unos tres años aproximadamente han aparecido en los supermercados y en las ferias. Fue gracias una promotora que nos ofreció a probarlo y nos entregó un folleto, que nos hicimos fanáticos del Kaki. No sólo nos entusiasmó la idea de que lo describen como "la fruta de la eterna juventud", considerándolo un elixir contra el envejecimiento entre muchos otros beneficios para la salud; sino que además en muy pocos días comprobamos, ambos dos, sus beneficios para ayudar a nuestro organismo a mantener el peso y a funcionar como un reloj (verdades como pocas). Algo más, se produce en Uruguay!
Es dulce y con una pulpa carnosa. Podríamos describir su textura,  como algo parecido a una mezcla de durazno, ciruela, kiwi y su apariencia es similar a la de un tomate color naranja. Su sabor es difícil de comparar, es dulce y suave (no es invasivo), y representa una novedad a la paleta de sabores que nos tienen acostumbrados las frutas en nuestro país.  A nosotros nos gusta comerlos naturales, con cáscara, y en licuados (les mejora muchísimo la consistencia). También se pueden experimentar en variedad de recetas.
El único problema del Kaki, y eso lo podemos decir todos los fanáticos, es que lo encontramos por pocos meses en los comercios. Ya van tres años que muchos nos alegramos cuando en marzo y abril aparecen, y que empezamos a sufrir cuando un día como hoy, vamos al supermercado y el verdulero nos dice que está empezando a escasear.

"Puedes cambiar el mundo con un mordisco"

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